¿Por qué aluminio en los vehículos?

Aluminio. Es el material ideal para la movilidad; una combinación perfecta de resistencia, ligereza y sostenibilidad, este metal es capaz de satisfacer una amplia gama de aplicaciones.

Aligeramiento

La ingeniería implica una serie de posibilidades y compensaciones. Sin embargo, el aluminio permite reducir el peso del vehículo para lograr una mayor eficiencia de combustible y reducir las emisiones de CO2, a la vez que se adapta a las necesidades de tecnología avanzada, todo ello sin sacrificar la seguridad, la durabilidad ni el rendimiento. El aluminio es hasta un 50 % más ligero que el acero, lo que ofrece innumerables posibilidades para aligerar el vehículo. Por ello, algunos de los fabricantes de equipos originales (OEM) y modelos de vehículos más visionarios apuestan cada vez más por el poder del aluminio.

Seguridad + Fuerza

¿Puede un material ser más ligero y, al mismo tiempo, proteger a los pasajeros? ¿Es posible conservar la resistencia y, al mismo tiempo, ofrecer mayor maleabilidad? La respuesta a ambas preguntas es rotunda. Las propiedades únicas del aluminio automotriz proporcionan una resistencia a la tracción de hasta 700 MPa. Además, tiene una resistencia y durabilidad similares a las del acero, pero es capaz de plegarse de forma más predecible en caso de colisión, lo que permite zonas de deformación mejoradas y una mejor absorción de impactos.

Actuación

Gracias a su ligereza y flexibilidad, el aluminio proporciona a los conductores un mejor control y una conducción más precisa, además de permitir una aceleración más potente y una desaceleración más rápida. Además, es más flexible y maleable, lo que genera más oportunidades de diseño innovadoras y abre un nuevo mundo de posibilidades. Precisamente por eso, el aluminio se encuentra en todo tipo de vehículos, desde automóviles de alto rendimiento hasta un número cada vez mayor de vehículos de producción en masa, y es especialmente adecuado para los vehículos eléctricos.